La tecnología en la educación

 La tecnología en la educación

Sobre este tema, en mi vida escolar he contado sobre todo con pizarras digitales y ordenadores, pero por suerte o por desgracia no he tenido yo más dispositivos electrónicos durante esta etapa. Lo primero que quiero hacer es contar mis experiencias y cómo lo he percibido yo.

Estando yo en el colegio, contábamos con pizarras digitales que eran táctiles y recuerdo usarlas para problemas de matemáticas en tercero de primaria y para jugar a juegos de situar la provincia en el mapa de España. Además, algunos profesores usaban sus PowerPoints para exponer sus contenidos, aunque era una minoría. 

Durante mi etapa de la ESO, sé que se utilizaron, pero no tengo ningún recuerdo de algo relacionado con esas pizarras. Por otra parte, destacaron más los móviles y los ordenadores. Los ordenadores solo los utilicé para trabajos de tecnología, durante la cuarentena, pues no los llegamos a usar durante Filomena por falta de organización por parte del centro con el alumnado, por lo que creo recordar que fuimos a clase durante un día festivo. También, realizamos un trabajo de crear una página web que, en el caso de mi grupo, trataba sobre el arte pop y la Generación del 50. De este trabajo tengo buen recuerdo y aún tengo en mente autores como Jaime Gil de Biedma o José Agustín Goytisolo, del que me acordé el día que escuchamos en clase palabras para Julia, además del pintor Andy Warhol. Me gustaría adjuntar el enlace al trabajo, pero por desgracia no lo tengo. Por otra parte, también en esta época, en mi centro donde cursé Primaria se empezaron a usar tablets en vez de libros, cosa de la que me enteré porque mi hermano menor seguía allí. Muchas veces había ayudado a mi hermano con deberes de clase, pero es cierto que ni mis padres ni yo sabíamos cómo acceder correctamente a la información que queríamos para no decirle cosas distintas o explicarle más de lo que había en el temario, por lo que él tenía que ayudarlos y, si no sabía dónde estaba porque no se acordaba no podíamos verlo. Por eso, aunque supusiera menos peso en la mochila, yo me alegré de haber usado libros físicos, pues me parece más intuitivo.

Ya en Bachillerato instalaron en mi instituto unas nuevas pantallas digitales e impartieron cursos a mis profesores. Es cierto que ya en esta etapa lo vi como algo bastante positivo, pues se podía borrar sin macharse de tiza, cambiar fácilmente de un problema a otro sin dejar de borrar o tener espacio infinito por si querías ver algo que habías hecho previamente para asignaturas como Física o Matemáticas (ya que yo cursé ciencias puras). Por otra parte, en Historia o en Lengua Castellana y Literatura nos enseñaron algunos cuadros o edificios para que fuera más visual. En Inglés proyectaba las correcciones de los ejercicios y en dibujo técnico podía proyectar los ejercicios y resolverlos ahí, sin necesidad de copiarlos, además de que enseñó algunas correcciones a través de vídeos de youtube (ejemplo).

Ya hablando sobre lo que se trata en el texto del campus, creo que está bien si los alumnos usan habitualmente estas tecnologías, para que muestren interés por la clase y vean cierta relación entre su vida cotidiana lo tratado en clase. Sin embargo, para alumnos de menos nivel económico, puede suponer un alejamiento en ese sentido y puede que no se puedan permitir pagar los dispositivos y, si pueden, solo uno, por lo que si se rompe es un gran problema. Además, como los profesores no son nativos digitales, es común que pidan ayuda a los alumnos o que estos enseñen directamente a los profesores (Pérez, 2010). Por otra parte, con niños menores de edad no hay evidencias sobre los beneficios educativos o en el desarrollo, que puedan aportar los medios dirigidos, hay potenciales efectos adversos en la salud y desarrollo por el uso de los medios y hay efectos adversos por el uso de los medios por parte de los padres de los niños, porque afecta su interacción con ellos. También, hemos aprendido que el uso de estas es perjudicial a edades tempranas en el desarrollo de la psicomotricidad fina. 

Como conclusión, creo que es uso de las tecnologías es muy positivo a partir de alrededor de los 7-8 años con una clase en la que todos los alumnos tengan un nivel socio-económico medio o superior para que se lo pueden permitir, pues si no algunos alumnos estarán descolgados o se sentirán muy lejanos a lo que se hace en clase.


Bibliografía:

García Ortiz, Y., Machado Álvarez, C., Cruz Martín, O., Mejías León, M., Machado Machado, Y., & Cruz Lorenzo, C. (2015). Utilidad y riesgo en el consumo de nuevas tecnologías en edad temprana, desde la perspectiva de los padres. Humanidades médicas15(1), 88-106.

Pérez, P. (21 de julio de 2010). SEMANARIO UNIVERSIDAD. Obtenido de https://semanariouniversidad.com/opinion/uso-de-tecnologas-en-el-proceso-enseanzaaprendizaje/ 


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